La gestión inadecuada de los residuos electrónicos en Australia: riesgos y soluciones

Actualmente, solo el 12% de las computadoras del país se reciclan, y Australia es el cuarto mayor generador de residuos electrónicos per cápita. Esto supone un importante riesgo ambiental, porque los residuos electrónicos mal gestionados pueden filtrar metales pesados y sustancias peligrosas como plomo, mercurio, cadmio y retardantes de llama bromados en el medio ambiente. También supone un riesgo de filtración de datos si el almacenamiento del dispositivo no se trata con cuidado.

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• El impacto de los residuos electrónicos va más allá del daño ambiental
• Entonces, ¿cómo llegamos hasta aquí?
• ¿Qué se puede hacer?

El impacto de los residuos electrónicos va más allá del daño ambiental

Para las empresas australianas, los residuos electrónicos son un desafío del ciclo de vida de IT, tanto como uno ambiental. Con una fuerza de trabajo cada vez más descentralizada, los equipos de IT luchan por mantenerse al día con el mantenimiento de parches, así como con la provisión e implementación de nuevos dispositivos de manera que no interrumpan las operaciones.

En consecuencia, estas organizaciones tienden a generar residuos electrónicos innecesarios debido a sus deficientes procesos, lo que puede conllevar varias consecuencias para un negocio.

Riesgo de filtración de datos

A menudo, la disposición de los activos no se considera parte del proceso operativo. Esto resulta en un riesgo de filtración de datos. Por ejemplo, en un informe de principios de este año, PwC fue contratado para realizar un estudio sobre los riesgos de seguridad de filtración de datos y residuos electrónicos. Adquirieron un teléfono móvil y una tablet por $50 en una tienda de segunda mano.

"Pudieron recuperar 65 piezas de información personal identificable del teléfono, mientras que la tablet, que aún tenía pegatinas corporativas, contenía una nota con credenciales para acceder a una base de datos que les permitió acceder a 20 millones de registros de información personal identificable sensible", según el informe.

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"Es un problema mucho más grande de lo que nos damos cuenta hoy en día, más grande de lo que nadie realmente le ha prestado atención en los últimos tiempos", dijo Rob Di Pietro, líder de ciberseguridad y confianza digital de PwC, a NCA Newswire.

Los ciclos de hardware son más costosos

Los residuos electrónicos contienen materiales valiosos como oro, plata, cobre y metales de tierras raras que se pueden recuperar mediante reciclaje. Estos materiales son de gran valor para los fabricantes. La mayoría de los fabricantes tienen políticas de reciclaje que pagarán un precio de mercado justo por equipos antiguos que pueden subsidiar el costo de nuevas compras. Sin embargo, la dificultad para organizar el reciclaje a menudo hace que las organizaciones pasen por alto esta oportunidad.

Riesgo legal y regulatorio

Existen marcos legales y regulatorios relacionados con la gestión de residuos electrónicos que entrarán en vigor en Australia, incluido un marco regulatorio de estewardship electrónico al cual el gobierno se comprometió en 2021. No mantenerse al tanto de las regulaciones cambiantes expondrá a una organización a riesgos legales, por lo que las empresas pueden necesitar asignar recursos para desarrollar e implementar estrategias de gestión de residuos electrónicos adecuadas, capacitación del personal y procesos de documentación.

Riesgo reputacional

Los consumidores esperan que las empresas cumplan con los estándares ambientales, sociales y de gobernanza. Si bien muchas organizaciones están trabajando para mejorar su huella de carbono y reducir los desechos de plástico, los residuos electrónicos son un área donde la falta de responsabilidad y rendición de cuentas puede reflejarse negativamente en una organización.

Entonces, ¿cómo llegamos hasta aquí?

Hay varias razones subyacentes que contribuyen a la actual crisis de gestión de residuos electrónicos en Australia.

Avance tecnológico rápido

Australia experimenta una constante llegada de nuevos dispositivos electrónicos a medida que la tecnología evoluciona rápidamente. La mayoría de los australianos reemplazan las laptops cada dos a cuatro años y los teléfonos cada tres años. Los productos electrónicos más antiguos se vuelven rápidamente obsoletos en este país, lo que lleva a un aumento en la generación de residuos electrónicos.

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Altas tasas de consumo

Los australianos tienen una de las tasas de propiedad de dispositivos electrónicos más altas per cápita a nivel mundial. Según las estadísticas, para 2025, habrá hasta 33.8 dispositivos conectados a internet por hogar. Este alto consumo de dispositivos electrónicos contribuye a un volumen sustancial de residuos electrónicos.

Eliminación y reciclaje inadecuados

Una triste realidad es que muchos australianos desconocen los métodos adecuados para deshacerse de los dispositivos electrónicos. Una investigación realizada en 2020 encontró una "grave falta" de conciencia sobre los puntos de recogida y la eliminación segura de los residuos electrónicos. Si bien la conciencia pública sobre los plásticos y otras medidas de sostenibilidad se ha promovido mucho, los residuos electrónicos siguen siendo un punto ciego, y muchos simplemente descartan los dispositivos viejos en la basura.

Infraestructura de reciclaje limitada

Incluso cuando los australianos son conscientes de los residuos electrónicos, deshacerse de ellos de manera responsable puede ser difícil. Si bien Australia ha hecho esfuerzos para establecer programas de reciclaje de residuos electrónicos, como el Esquema Nacional de Televisión y Reciclaje, la conveniencia de estos sistemas es insuficiente.

En comparación con otras formas de residuos, en las que los australianos están acostumbrados a tener contenedores recogidos de la puerta semanalmente, los esfuerzos de reciclaje de residuos electrónicos parecen más engorrosos. Además, las instalaciones de reciclaje no son ampliamente accesibles, especialmente en áreas rurales. Esto lleva a una falta de opciones convenientes para que las personas desechen adecuadamente sus dispositivos electrónicos.

¿Qué se puede hacer?

Es cierto que gestionar los residuos electrónicos a gran escala puede ser un desafío logístico para las organizaciones. La mejor solución sería que los equipos de IT trabajen con sus proveedores y socios para establecer una cadena logística cíclica, donde los equipos más antiguos se devuelvan automáticamente al proveedor y se agreguen a sus programas de gestión de residuos electrónicos utilizando la misma logística que entrega la nueva tecnología. Con los socios y proveedores adecuados, que puedan ofrecer servicios confiables de borrado de datos, el equipo de IT podrá gestionar los desafíos de la gestión de residuos electrónicos en Australia.

En gran parte debido a estos factores de riesgo, los costos de una gestión deficiente de los residuos electrónicos probablemente se acelerarán rápidamente en los próximos meses. Las organizaciones que aún no estén planeando modernizar su estrategia de residuos electrónicos deberán hacerlo pronto para evitar ser afectadas por las dinámicas y expectativas cambiantes del mercado.

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