La discriminación por edad en el lugar de trabajo: Qué importa más

Uno de los temas más candentes en los foros de Newsmatic es aquel que trata sobre la edad. Por lo general, el inicio del tema es algo como "Creo que la tecnología es para los jóvenes".

Los prejuicios asociados a la edad en el ámbito laboral

Los comentarios inundan dicho hilo de discusión. Yo misma he sentido la tentación de participar en esas conversaciones debido a la indignación que me generan. Sin embargo, en su mayoría, creo que he resistido la tentación de dejar comentarios airados y he optado por mantener la calma.

Por eso, he decidido tomarme unos momentos para abordar este tema de manera más serena y razonada.

La edad es una característica interesante en el lugar de trabajo. Existen muchas preconcepciones asociadas a ella. Comencemos con el clásico y conocido: si eres demasiado joven, entonces no debes tener mucha experiencia y, por lo tanto, no estás calificado para hacer el trabajo.

Por otro lado, existe el viejo adagio de que si tienes más de 50 años, eres alguien mayor, lento y aferrado a tus costumbres. Hay docenas de estereotipos relacionados con la edad y el trabajo que parecen ser aún más intensos en estos días debido a la tecnología.

Las implicaciones de la tecnología

La tecnología, de cierta manera, ha nivelado el campo de juego y, al mismo tiempo, lo ha inclinado. A los jóvenes del mundo se les impone la tecnología desde muy temprana edad. Incluso mi sobrino de 2 años lleva consigo un falso PDA y un teléfono celular. ¿Es sorprendente entonces que su generación y las que vienen después se sientan completamente cómodos y posiblemente sean extremadamente hábiles con la tecnología al ingresar al mundo laboral?

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Si a eso le sumamos el entusiasmo (¿atrevido?) de la juventud, no me sorprende leer comentarios como "los mayores solo necesitan dejar paso".

Teniendo en cuenta el ritmo acelerado al que cambia la tecnología y el hecho de que las personas mayores tienen más responsabilidades familiares y otras obligaciones, se vuelve más desafiante mantenerse al día con las últimas tendencias tecnológicas.

Sin embargo, por cada verdad que puedas encontrar en esas afirmaciones, debes desecharlas por completo. Permíteme decirlo muy claramente para que no haya confusiones: no hay lugar para la discriminación ni los estereotipos en el entorno laboral, ya sea por edad, sexo, raza, religión o cualquier otra característica.

No solo es ilegal, sino que también es simplemente incorrecto. A nadie le gusta ser catalogado, ya sea de una forma u otra, únicamente por su edad. Francamente, si estás haciendo eso, te estás perjudicando enormemente, porque estás prejuzgando la capacidad de un trabajador en algo que muy probablemente no afecta a sus habilidades.

Obtuve mi primer puesto de dirección en TI a los 24 años. En ese momento, tenía empleados bajo mi supervisión que abarcaban edades desde los 18 hasta los 50 años. Como gerente recién nombrada, usando la edad como criterio, ¿quién debería haber sido mi mejor empleado, ¿el de 18 años o el de 50? Antes de que respondas, ¿por qué siquiera consideraría tomar esa determinación basándome en algo que no sea el rendimiento? ¿Ves lo absurdo que es eso? Cuando asistía a reuniones de dirección con mis colegas que tenían décadas más de experiencia que yo, ¿eran mis comentarios insustanciales o más valiosos debido a mi edad?

La importancia de evaluar a los candidatos por su capacidad de desempeño

De manera similar, al contratar, busco candidatos calificados que sean proactivos, capaces de seguir adelante y pensar por sí mismos. No me importa si son jóvenes, viejos, verdes, azules o vienen de otro sistema solar. Lo que realmente importa es si pueden hacer el trabajo de la manera que necesito. Soy lo suficientemente inteligente como para darme cuenta de que un gerente que se rodea de personas talentosas brilla tanto como ellas.

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No voy a sentarme aquí y decirte que la edad no conlleva ventajas y desventajas. Es cómo una persona maneja su edad lo que la configura como individuo. Sin duda, hoy soy una persona diferente a cuando tenía 24 años. Creo que soy mejor en algunas cosas y peor en otras. Pero en general, siento que he mejorado como persona, ya que mi objetivo siempre es mejorar a mí misma.

Al mismo tiempo, no siento que encaje en ningún estereotipo particular para mi edad. Así que no te atrevas a discriminarme debido a un número. Júzgame en base a mis habilidades, mi desempeño y mi capacidad. Deja el resto en el basurero, donde pertenece.

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