Equidad laboral post COVID-19: Promoviendo la igualdad para el regreso de las mujeres a la oficina

Un año después de la pandemia de COVID-19, casi 3 millones de mujeres dejaron sus trabajos, lo que marcó un gran cambio: antes de 2020, las mujeres estaban ingresando al mercado laboral en mayor número que los hombres. Los informes señalaron que las obligaciones de cuidado, que recaen principalmente en las mujeres, eran los principales culpables. US News, por ejemplo, señaló que el 21.5% de las mujeres citó esa como la razón para dejar el trabajo, mientras que solo el 5.1% de los hombres la citó. ¿Otra razón importante por la cual las mujeres estaban dejando sus trabajos? El trato diferencial en la oficina.

Como ocurre, los lugares de trabajo tienen mucho camino por recorrer para abordar el problema de cuidado. Pero una forma en la que pueden hacerlo es enfrentando los sesgos en la oficina.

El sesgo en el trabajo puede no parecer directamente relevante para la crisis de cuidado que enfrentan las mujeres, pero ambos están inexorablemente vinculados. La forma en que se trata a las mujeres en la oficina tiene implicaciones directas en su capacidad para cuidar de sí mismas y de los demás en sus vidas, así como en las expectativas que tenemos sobre el cuidado. Al abordar los sesgos, los empleadores pueden ayudar a prevenir las tensiones que están cayendo de manera desproporcionada en las mujeres, ya sea mediante la inclusión de beneficios de cuidado infantil o asegurándose de que las mujeres no carguen con una mayor carga emocional en la oficina. Estas tensiones, que llevan décadas existiendo, se han exacerbado durante el COVID-19.

Michele Ruiz, cofundadora y directora ejecutiva de BiasSync, ha estado trabajando para utilizar la ciencia para ayudar a los lugares de trabajo a ser más equitativos. BiasSync es un programa analítico que puede detectar patrones de sesgo.

Según Ruiz, BiasSync "reconoce a la persona en su totalidad, lo que significa que en organizaciones inclusivas y equitativas, cada aspecto del empleado, su vida dentro y fuera del trabajo, es valorado y cuidado".

Ruiz dijo que el enfoque de BiasSync se extiende a "donde sea que [las mujeres] estén trabajando, en términos de mitigar el sesgo, crear más inclusión y pertenencia, y ciertamente, equidad". Los datos de los clientes revelan que el sesgo de género es el sesgo que aparece con mayor frecuencia en el trabajo, "y significativamente, lo vemos con más frecuencia en términos de impacto", agrega.

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Al analizar la ciencia detrás del sesgo y el hecho de que las mujeres son las más frecuentemente víctimas del sesgo de género, Ruiz quiere ayudar a las empresas a encontrar formas de "mitigar el impacto".

El objetivo es ayudar a que los lugares de trabajo sean entornos de apoyo y acogedores que traten a todos por igual.

Las mujeres en tecnología están en mayor riesgo de perder sus empleos, ya que muchos de estos no son puestos de alto nivel: solo el 4.8% de los CEO de Fortune 500 son mujeres y solo el 22% de las personas en los consejos de administración de las compañías Fortune 500 son mujeres, según datos de Pew Research.

Y nuevas evidencias muestran que las cargas que enfrentan las mujeres están llevando a problemas de salud mental más graves para las mujeres. Por ejemplo, la Fundación de Salud Mental afirma que el 58% de las mujeres han experimentado un aumento de la ansiedad desde la pandemia, en comparación con el 39% de los hombres. Este es un gran obstáculo para que las mujeres regresen a la oficina y las organizaciones deben tener en cuenta estos datos al buscar soluciones para hacer el lugar de trabajo más atractivo.

Cuando se trata de abordar el siempre esquivo equilibrio entre el trabajo y la vida personal, Ruiz señaló que los empleados confían en su mayoría en que sus colegas les brinden apoyo. Desafortunadamente, a medida que se asciende en cada nivel, "la confianza disminuye", dijo. Por lo tanto, los empleados encuentran dos veces más improbable que la gerencia valore este equilibrio y tienen tres veces menos confianza en que la organización tenga estos valores.

"Los datos son claros de que la pandemia afectó de manera desproporcionada a las mujeres", dijo Ruiz. "Vemos que las responsabilidades de cuidado han aumentado para las mujeres desde el COVID-19 y que el sesgo asociado con estos desafíos también ha aumentado". El resultado, dijo, es que servicios de apoyo adicionales, flexibilidad y beneficios son fundamentales para que las mujeres regresen al trabajo.

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