El futuro del trabajo: Quién ganará la batalla entre trabajar desde casa y volver a la oficina

La tensión entre el deseo de los empleados de trabajar desde casa y los intereses de sus empleadores y del mercado inmobiliario en general de hacer que vuelvan a la oficina, está llegando rápidamente a un punto crítico.

En Australia, las tasas de vacantes de oficinas alcanzaron su punto más alto desde la década de 1990, con una tasa nacional de vacantes en distritos de negocios centrales del 12,8%, un aumento respecto al 12,6%. Combinado con el aumento de las tasas de interés, algunos lo consideran una "crisis existencial" para el sector.

Por qué esto importa desde una perspectiva económica

El punto clave es que los propietarios de los espacios de oficina son un importante activo en el mercado y si colapsa, arrastrará una buena parte de la economía con él.

Durante años, los espacios de oficinas comerciales se han considerado una buena inversión. La deuda era barata y las tasas de interés eran bajas, lo que significaba que invertir en propiedades comerciales era una forma más rápida y rentable de ganar dinero que tenerlo en el banco.

Pero eso está cambiando. Las tasas de interés han subido significativa y rápidamente, desde el 0,10% en abril de 2022 hasta el 4,10% actualmente. Además, hay un menor rendimiento en estas inversiones porque las organizaciones están reduciendo rápidamente el tamaño de sus oficinas o incluso prescindiendo de ellas por completo. Como resultado, las tasas de vacantes siguen aumentando.

En algún momento, los propietarios de bienes raíces no podrán permitirse mantener sus propiedades y no encontrarán financiamiento lo suficientemente barato como para mantener su propiedad. Este es, fundamentalmente, el problema subyacente que llevó a la última crisis financiera global. Sin embargo, esta vez las tendencias están afectando a los propietarios y dueños de oficinas comerciales.

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Por qué los empleadores quieren que sus empleados vuelvan a la oficina

Mientras tanto, los empleadores australianos critican cada vez más a los empleados, especialmente a los más jóvenes, por ser "egoístas" y negarse a volver a trabajar en una oficina. Como argumenta un ejecutivo en un artículo de HRM Australia, los empleados más jóvenes se pierden la oportunidad de desarrollar "habilidades de liderazgo clave" que "no se pueden aprender a través de Zoom".

Hablando de Zoom, la propia empresa es una de las que exige que los empleados vuelvan a la oficina, a pesar del éxito de Zoom debido al aumento rápido del trabajo desde casa.

En Australia, el 90% de los empleadores han llegado al extremo de implementar días obligatorios en la oficina. Por ahora, solo el 19% exige la semana laboral completa en la oficina, pero otro 54% se acerca a eso, con semanas laborales obligatorias de tres o cuatro días.

Las razones subyacentes por las que los empleadores están tan ansiosos por que sus empleados vuelvan a la oficina varían, pero cinco de las más comunes son:

• Productividad: Algunos empleadores creen que trabajar desde casa reduce la productividad y la colaboración, y que las interacciones cara a cara son esenciales para la creatividad e innovación.
• Cultura: Algunos empleadores quieren mantener o restablecer la cultura organizacional y los valores que creen que se erosionan con el trabajo remoto, y fomentar un sentido de pertenencia y lealtad entre los empleados.
• Control: Algunos empleadores prefieren tener una mayor supervisión y control de las actividades laborales, los horarios y el rendimiento de sus empleados para garantizar el cumplimiento de las políticas y procedimientos.
• Legal: Algunos empleadores pueden enfrentar problemas o riesgos legales si permiten que los empleados trabajen desde casa, como salud y seguridad ocupacional, privacidad, seguridad de datos, impuestos, seguros y responsabilidad.
• Negocio: Algunos empleadores pueden tener necesidades o requisitos específicos del negocio que no pueden cumplirse con el trabajo remoto, como servicio al cliente, control de calidad, equipos o infraestructura.

¿Cómo están respondiendo los empleados a estas demandas?

Están renunciando.

Uno de cada tres empleadores ha tenido un empleado que renunció debido a un cambio de política que alejaba el trabajo desde casa.

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En un momento en el que hay una grave escasez de habilidades, esta no es una posición en la que los empleadores quieran estar.

En tanto, los sindicatos están luchando arduamente por los derechos de trabajo remoto. En julio, uno de los cuatro grandes bancos de Australia, National Australia Bank, negoció un acuerdo sindical que permitió a todos los empleados solicitar trabajar desde casa, con límites en las razones por las que se puede rechazar. El sindicato del sector público también ha ganado el derecho para que los empleados de ese sector soliciten un número ilimitado de días de trabajo desde casa.

El casi 70% de los australianos que han estado trabajando desde casa quieren seguir haciéndolo. Esto no es sorprendente, dado que el trabajo remoto ofrece varios beneficios personales y profesionales, que incluyen:

• Más independencia y flexibilidad: Los empleados pueden elegir cuándo, dónde y cómo trabajar, siempre que cumplan con sus plazos y objetivos, y pueden ajustar su entorno de trabajo según sus preferencias y necesidades.
• Sin desplazamiento al trabajo: Los empleados pueden ahorrar tiempo, dinero y estrés que de otro modo se gastaría en viajar hacia y desde la oficina, y pueden reducir su impacto ambiental al evitar conducir o usar transporte público.
• Mayor productividad y rendimiento: Trabajar desde casa brinda a los empleados más control sobre su carga de trabajo y ritmo, ya que pueden concentrarse mejor en las tareas y evitar distracciones, interrupciones y políticas de oficina que puedan afectar la calidad del trabajo y la moral.

Entonces, ¿quién ganará?

Existirá algún tipo de arreglo de trabajo híbrido durante algún tiempo. Los empleadores requerirán que se pase algún tiempo en la oficina, y la cantidad dependerá de hasta dónde puedan llegar antes de que demasiados de sus mejores empleados amenacen con renunciar.

Mientras tanto, los empleados se quedarán sin opciones de lugares que permitan condiciones de trabajo totalmente desde casa y buscarán cierto nivel de flexibilidad en la cantidad de tiempo de oficina que estarán dispuestos a aceptar por el trabajo adecuado.

Parece que "trabajar desde casa" será un beneficio indefinido que algunos empleadores utilizarán para destacarse en las descripciones de trabajo. Dado que un poco más de un tercio de los empleos se pueden realizar completamente desde casa, este beneficio parece ser relativamente sencillo y sin complicaciones para que los empleadores continúen ofreciéndolo, incluso si resulta en espacios de oficina más pequeños y presión en el mercado inmobiliario comercial.

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