El costo de ser un seguidor rápido: una estrategia efectiva o una excusa para no tomar decisiones

Muchas empresas y líderes han adoptado la idea de ser un "seguidor rápido", lo que básicamente significa que esperan a que otras organizaciones prueben algo primero y luego imitan su éxito. Ya sea el último paquete de software o nuevos diseños de oficinas, algunas empresas se enorgullecen de probar lo último y lo mejor, mientras que un grupo más grande espera en la sombra para ver cómo resulta, presumiblemente adoptando lo que funciona y abandonando lo que no.

La lógica detrás de adoptar el seguidor rápido es bastante simple. Lo último y lo mejor suele ser relativamente no probado, más complicado y arriesgado, lo que finalmente resulta en una propuesta más cara. En los primeros días del software, era bastante común evitar la Versión 1.0 de un nuevo producto y permitir que otras empresas solucionaran los problemas, mientras que se asumía que una Versión 3.0 era lo suficientemente madura como para comprar. Esto se hizo tan generalizado que las empresas rápidamente dejaron de promocionar los números de versión del software, no sea que nadie compre la Versión 1.0.

¿Hay un beneficio evidente en ser un seguidor rápido, pero también hay un costo?

Los beneficios de ser un seguidor rápido pueden parecer tan convincentes que me he encontrado con clientes cuya estrategia se basaba en alcanzar el segundo lugar, estando contentos de dejar que el líder del mercado lidere, mientras ellos esencialmente emulan todo lo que hacen, desde la infraestructura tecnológica hasta sus campañas de marketing. Ser un seguidor rápido también es fácil de camuflar con ideales nobles como "ser un buen administrador de los recursos corporativos" y "mitigación de riesgos", pero al final del día existe el riesgo de que tu estrategia se reduzca a imitar ciegamente a tus compañeros.

Esto presenta varios problemas. Es fácil dejar que la definición de "rápido" pase de meses a años, a esencialmente nunca, creando un sesgo hacia la inacción para cualquier cosa que no se haya probado absolutamente confiable en el mercado. En el peor de los casos, cuando tu empresa decide seguir, ya estás tres pasos por detrás de los líderes de la industria. Esto se hace relativamente obvio al mirar la tecnología. La computación en la nube es simplemente la forma en que haces negocios para muchos, mientras que para otros es una tecnología volátil e inexplorada que apenas están considerando las maravillas del cliente-servidor.

También existe el riesgo de que el grupo al que sigas haya tomado malas decisiones estratégicas y que los estés siguiendo hacia el precipicio en lugar del futuro. También puedes fallar en aprender de los errores de las entidades que sigues, repitiendo sus errores mientras ellos mejoran y aseguran aún más su liderazgo.

Sigue a los líderes en el seguimiento

Quizás el mejor ejemplo de ser un seguidor rápido es Apple. Es fácil olvidar que el iMac no fue el primer ordenador personal, el iPod no fue el primer reproductor de música, el iPhone no fue el primer teléfono inteligente, el iPad no fue la primera tableta y el Apple Watch no fue el primer reloj conectado. En cada uno de estos casos, otra empresa definió el producto y la categoría, y Apple esperó hasta entender las debilidades del producto original, lanzando un producto que abordaba esas debilidades y generalmente acompañado de una excelente estrategia de marketing que mostraba a los posibles clientes cómo utilizar el producto. En todos los casos mencionados, Apple no solo lanzó un nuevo aparato con mejores características, sino que también añadió componentes como iTunes o una App Store que mejoraron el producto.

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Contrasta este enfoque con Blockbuster Video, que finalmente reconoció la amenaza que representaba Netflix y lanzó su propio servicio de DVD por correo. Aparte de un sobre azul y una estructura de precios un poco más confusa, Blockbuster no agregó nada único y, en última instancia, la compañía murió.

Apple parece buscar mercados donde alguien más ha identificado una necesidad y ha demostrado la tecnología básica, a diferencia de Blockbuster, que claramente creó una oferta de "yo también" con la esperanza de proteger sus apuestas.

Al tomar decisiones sobre si seguir al mercado, haz una simple verificación de cordura y pregúntate:

• ¿Estamos decidiendo conscientemente seguir, o estamos usando la idea de ser un "seguidor rápido" para posponer una decisión estratégica por miedo al riesgo personal?
• ¿Qué ganaremos al seguir?
• ¿Cómo sabremos cuándo es el momento adecuado para seguir?
• ¿Qué señales utilizaremos para determinar si estamos siguiendo el mejor camino, en lugar de seguir ciegamente a la manada hacia el precipicio?
• ¿Cuándo revisaremos la decisión y cómo sabremos cuándo entrar en acción?

Como muchas decisiones estratégicas, es fácil dejarse llevar por "la estrategia por defecto" donde no te guías por un plan convincente y administrado activamente, sino que avanzas tambaleándote con cada empujón del mercado o eventos fuera de tu control. Actuar como un seguidor rápido puede ser una gran estrategia cuando se toma de manera consciente y reflexiva, o un camino rápido hacia la irrelevancia si se convierte en una excusa para soltar el timón de tu barco.

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