El impacto ético del trabajo remoto durante la pandemia

En varios editoriales y comentarios relacionados con COVID, surgió un nuevo término durante la pandemia: la "clase de la computadora portátil", describiendo a la clase de personas que podían trabajar de forma remota y mantener su empleo con relativamente poco riesgo personal para su salud y sustento. Esto se opone a otros trabajadores que necesitaban realizar sus trabajos en persona, desde los trabajadores de la salud y los socorristas de emergencia hasta las docenas de personas que permitieron que la clase de la computadora portátil se refugiara en sus hogares, desde todo tipo de conductores de UPS, DoorDash y Amazon, hasta empleados de tiendas de comestibles y taxistas.

En algunos de los editoriales más cínicos, se retrataba a la clase de la computadora portátil como una nueva aristocracia, seguros en nuestros castillos contando nuestras riquezas mientras nos escondíamos detrás de nuestras pantallas y webcams, mientras que la nueva clase baja arriesgaba sus vidas para traernos sushi, PlayStations y Häagen-Dazs. Si bien la lucha de clases a menudo es un truco periodístico barato para obtener clics e incitar a los guerreros de teclado de Twitter, hay una verdad en la idea de que el trabajo remoto permitió a una parte de la población, a mí mismo y a muchos lectores incluidos, vivir en relativa comodidad y seguridad. En contraste, otros enfrentaron desastres financieros y exposición a riesgos para la salud que personalmente no estábamos dispuestos a correr.

Redescubriendo la ética tecnológica

Para mi generación de líderes tecnológicos, la ética era poco más que un par de cursos obligatorios en la universidad que se veían como una combinación de poco importante e irrelevante para los fundamentos técnicos de nuestro trabajo. Sin embargo, la ética se está convirtiendo en un elemento cada vez más esencial y complicado de nuestro trabajo. Tal vez las preocupaciones éticas en áreas como las redes sociales y la automatización de la fuerza laboral se movieron lo suficientemente lento como para poder ignorarlas. Sin embargo, la pandemia global y la aparición de la clase de la computadora portátil las han puesto en primer plano.

Mientras nos dejamos llevar por la alegría de la luz al final del túnel de la pandemia, vale la pena evaluar cómo nos desempeñamos en la transición de nuestra fuerza laboral al trabajo remoto. A nivel micro en nuestras organizaciones, debemos evaluar cómo ejecutamos nuestras mitigaciones pandémicas tanto desde la perspectiva técnica familiar como desde la más desafiante perspectiva ética:

• ¿La facilidad para trasladar algunos puestos de trabajo al trabajo remoto hizo que estos escaparan de las dificultades en comparación con otros que eran más difíciles de ejecutar de forma remota?
• ¿Los esfuerzos para habilitar el trabajo remoto de varias partes de la base de empleados se centraron en la facilidad de transición, en la importancia del trabajo o en un enfoque más desordenado?
• ¿Creamos dilemas éticos para algunos roles, de modo que los empleados percibieran que necesitaban poner en riesgo su salud para mantener su trabajo? Por ejemplo, ¿se esperaba que el personal de soporte de hardware junior viajara a la oficina para realizar su trabajo "o de lo contrario", mientras que el CIO podía trabajar cómodamente desde su casa de vacaciones?

Incorpora la ética en tu planificación

Es probablemente un poco desagradable, pero las organizaciones inteligentes están revisando los días oscuros al comienzo de la pandemia y utilizando esa experiencia para refinar y mejorar la planificación para futuras interrupciones comerciales. Podrían pasar un siglo antes del próximo bloqueo global o podría ser este invierno, por lo que capturar lecciones y ajustes clave permitirá tener una experiencia menos caótica en el futuro.

Adobe apuesta por un enfoque híbrido y remoto para el trabajo post-pandemia

Como parte de ese proceso, incluye una dimensión ética en tu planificación. Planifica cómo puedes reducir situaciones en las que los empleados se sientan forzados a elegir entre su salud y su bienestar económico, y considera proporcionar pautas a los empleados de la clase de la computadora portátil sobre sus roles y responsabilidades hacia sus colegas que no tienen la facilidad del trabajo remoto. Establece pautas y expectativas para los niveles de servicio que incorporen los riesgos del personal involucrado en el cumplimiento de esos niveles de servicio.

Si tu organización es lo suficientemente grande como para interactuar con legisladores locales o nacionales, utiliza tu posición para dar forma a las discusiones sobre cómo la clase de la computadora portátil puede y debe interactuar y proteger a las personas que hacen posible que trabajemos de forma remota con poco impacto en nuestra calidad de vida en general. Como líderes tecnológicos, no solo tenemos una perspectiva informada sobre el asunto, sino que podemos dar forma a las discusiones para mejorar en lugar de permitir una caída en una lucha de clases de baja categoría.

Como individuos, también vale la pena examinar nuestra respuesta a la pandemia y revisar nuestras pautas personales sobre nuestras expectativas e interacciones con aquellos que no pueden trabajar desde casa. Para algunos de nosotros, eso podría ser tan simple como hacer un mejor trabajo expresando gratitud a las docenas de personas que hacen posible el trabajo remoto, o puede implicar replantear por completo los servicios que usamos y cómo los consumimos. Dondequiera que te encuentres en ese espectro, si valoras una sociedad en funcionamiento y amable, vale la pena reflexionar al menos un poco sobre cómo cada uno de nosotros hace que la clase de la computadora portátil sea una parte valiosa de la sociedad en lugar de una nueva aristocracia detestable.

En Newsmatic nos especializamos en tecnología de vanguardia, contamos con los artículos mas novedosos sobre CXO, allí encontraras muchos artículos similares a El impacto ético del trabajo remoto durante la pandemia , tenemos lo ultimo en tecnología 2023.