El futuro de la oficina: Debemos convertirlas en clubes sociales

Un reciente ensayo del Wall Street Journal propuso una novedosa idea para reutilizar grandes oficinas: convertirlas en un "clubhouse" o espacio social de algún tipo. Al igual que muchos de los que han experimentado el trabajo remoto durante la pandemia, el autor sugiere que el trabajo remoto se sitúa en algún punto del espectro de tolerable a preferible para la mayoría de nosotros cuando se trata de trabajo enfocado. Esto probablemente no sea una novedad para nadie, y la mayoría de las organizaciones han visto pequeños atisbos de rebelión cuando se sugieren políticas obligatorias de regreso a la oficina.

Sin embargo, la mayoría de los trabajadores remotos reconocen fácilmente que los encuentros en persona son superiores para algunas actividades, donde la interacción humana es el enfoque en lugar del trabajo enfocado en una tarea. La mayoría de las empresas han reconocido este fenómeno y están tratando de transformar las oficinas en destinos, con espacios sociales e incluso estudios de yoga para atraer a los trabajadores.

El autor del ensayo del WSJ va un paso más allá, sugiriendo que el enfoque principal de la oficina física sea fomentar las interacciones sociales. Además de unos cuantos escritorios compartidos, se imagina espacios que se asemejan más a bares o cafés que a pueblos de cubículos, y trabajadores dejando sus computadoras portátiles y auriculares con cancelación de ruido en casa para pasar un día interactuando.

Índice de Contenido
  1. ¿Realmente necesitamos oficinas?
  2. Si no es un lugar de trabajo ni un clubhouse, ¿cuál es el futuro de la oficina?
  3. El papel de los líderes tecnológicos en la oficina de próxima generación

¿Realmente necesitamos oficinas?

Muchos de los trabajadores remotos con los que he hablado extrañan las interacciones informales que se producen durante una comida o una taza de café. Los pocos viajes de negocios que he realizado desde la pandemia se centraron en la colaboración en persona y la generación de ideas, tareas que fueron mucho más efectivas que una reunión por video con el mismo objetivo. Una parte importante de esa colaboración se llevó a cabo durante las comidas o en el vestíbulo de un hotel, en lugar de reunidos alrededor de computadoras portátiles, lo que da crédito a la idea de un clubhouse corporativo.

Hemos visto las primeras versiones de este concepto en las grandes oficinas estilo campus, donde un único empleador dominante ha creado una especie de ciudad pequeña. En ejemplos extremos, algunos de estos campus corporativos cuentan con tintorerías, múltiples restaurantes y cafeterías, guarderías e incluso restaurantes de cinco estrellas.

El supuesto beneficio de estos campus refleja lo que muchos líderes corporativos están sugiriendo: un conjunto de servicios interesantes y oportunidades sociales atraerá a los empleados al mismo lugar físico. Sin embargo, ¿realmente necesitamos espacios sociales, cafeterías, instalaciones de ejercicio y restaurantes en los centros urbanos, que ya están llenos de estos servicios? Además, ¿las corporaciones quieren competir no solo contra sus competidores actuales en el mercado, sino también como estudios de yoga, restaurantes y cafeterías? A un nivel más fundamental, ¿suponiendo que la mayoría del trabajo enfocado se lleva a cabo en las oficinas en el hogar de los empleados, necesitarán las empresas una cantidad tan grande de espacio físico en un mundo de clubhouses?

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Si no es un lugar de trabajo ni un clubhouse, ¿cuál es el futuro de la oficina?

Si el argumento a favor de las oficinas estilo clubhouse es la colaboración y la socialización, ¿no tendría sentido extender ese objetivo más allá de una organización individual? Por razones económicas, tener varias empresas con clubhouses individuales que probablemente experimentarían una utilización variable parece una oportunidad propicia para la consolidación.

Empresas como WeWork ya han avanzado en esta dirección, proporcionando espacios dedicados a la colaboración y la socialización tanto o más que al trabajo enfocado. WeWork también alberga múltiples negocios diversos, extendiendo la colaboración más allá de los límites de organizaciones individuales. ¿Podría haber un futuro en el que las empresas ya no posean oficinas dedicadas para sus trabajadores del conocimiento, sino que alquilen acceso a clubhouses a través de empresas como WeWork?

Desde una perspectiva de colaboración, ¿qué pasaría si una empresa de seguros, una firma de contadores, un gigante tecnológico y una empresa de productos de consumo compartieran un espacio de colaboración? Si hay un beneficio tan importante en la colaboración interfuncional, ¿no sería aún más significativo entre organizaciones no competitivas? Imagínese si, en lugar de pagar por conferencias de la industria o expertos externos, pudiera hacer un viaje mensual al "centro de colaboración" y encontrarse con un CEO de una startup, un auditor, un ingeniero eléctrico y un trabajador social, todo en una misma tarde.

El papel de los líderes tecnológicos en la oficina de próxima generación

Como líderes tecnológicos, estas grandes preguntas pueden parecer estar fuera de nuestro alcance. Sin embargo, muchas de las preguntas sobre el futuro de la oficina física son impulsadas por el éxito masivo del trabajo remoto. Este fenómeno no sería posible sin la tecnología. Como las personas que ayudaron a impulsar este cambio en dónde y cómo trabajamos, tenemos un entendimiento único de los factores técnicos y humanos detrás de esta transición. Del mismo modo, la mayoría de los líderes tecnológicos tienen equipos que pueden trabajar felizmente desde cualquier lugar del mundo, así como personal de apoyo que generalmente está vinculado a una ubicación específica, lo que proporciona una perspectiva única sobre los desafíos a los que se enfrentan la mayoría de las organizaciones al tratar de equilibrar el trabajo basado en el conocimiento y en el lugar.

Tómese el tiempo para seguir las últimas ideas sobre el futuro del espacio de trabajo físico. Desde una perspectiva práctica, es posible que encuentre que sus equipos apoyan cambios a gran escala en cómo se implementan los sistemas y la infraestructura. Como líder en la evolución de dónde y cómo trabajamos, también debe estar dispuesto a proporcionar orientación y sugerencias reflexivas sobre el futuro del trabajo. Ya sea que el futuro nos encuentre charlando con alguien de otro departamento durante una sesión de yoga caliente en nuestro clubhouse corporativo o contándoles a nuestros hijos sobre esta divertida idea de empresas que poseen grandes edificios llenos de cubículos, tenemos una voz valiosa en la definición del futuro del trabajo.

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