Cómo tomar decisiones difíciles de liderazgo: Dos herramientas clave para líderes fuertes

En la versión de los cuentos de hadas del liderazgo, siempre hay una decisión correcta y una incorrecta. A veces, la decisión correcta requiere un sacrificio significativo e incluso puede costar vidas, pero siempre está claro qué camino deben seguir los líderes.

Como la mayoría de las cosas, la vida real es un poco más complicada que la ficción. Para la mayoría de los líderes, es relativamente raro que las decisiones sean asuntos binarios simples, donde el camino correcto se presenta de manera clara en contraposición a uno inapropiado, poco ético o simplemente incorrecto. Podemos enfrentarnos a media docena de opciones incorrectas, o ocasionalmente a un conjunto de opciones maravillosas pero con recursos limitados para perseguir solo una de ellas.

Avoid the indecision loop

Cuando nos enfrentamos a una serie de opciones incorrectas, muchos líderes tienden a tomar una postura de indecisión. Pueden llamarlo "realizar una diligencia debida" o "recabar información", pero a menudo son términos floridos aplicados a la buena y vieja indecisión.

Tomar decisiones precipitadas no es, sin lugar a dudas, un buen liderazgo, pero cuando nos encontramos con un conjunto de opciones incorrectas, muchos líderes, especialmente aquellos en campos basados en datos, tienden a tomar una postura de indecisión mientras intentan encontrar información que facilite la toma de decisiones. Si estás solicitando un informe adicional o pidiendo la tercera o cuarta presentación de diapositivas para mostrar opciones, es posible que estés atrapado en el ciclo de la indecisión.

Tu diligencia puede parecer un buen liderazgo, pero tiene un costo elevado: tiempo. El tiempo es un recurso no renovable y no se puede recuperar con ninguna cantidad de dinero, influencia o mandato. Cada día que pasa mientras estás atrapado en un ciclo de indecisión limita tus opciones y puede obligarte a tomar una decisión subóptima.

Para evitar los ciclos de indecisión cuando nos enfrentamos a opciones incorrectas, evalúa el valor del tiempo para crear el resultado "menos malo". Imagínate unos días o semanas en el futuro y considera qué harías diferente si tuvieras más tiempo. Es posible que descubras que la semana o dos adicionales imaginadas serían tan valiosas que la acción inmediata es más beneficiosa que analizar cuidadosamente las diferentes opciones.

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También pregúntate si hay alguna información que pueda alterar drásticamente las opciones que tienes ante ti. Por ejemplo, si te ves obligado a tomar una difícil decisión de personal, ¿existe alguna pieza de información que pueda eliminar la necesidad de esa decisión o hacerla menos difícil? ¿Un análisis más exhaustivo descubriría que la decisión no es necesaria? Si, por ejemplo, la decisión se está tomando porque la empresa se está quedando sin fondos, es poco probable que un análisis adicional descubra un montón de recursos no descubiertos.

Ask, “What’s the worst that could happen?”

Las decisiones tradicionales suelen implicar algún tipo de cálculo de costos y beneficios, donde se comparan los resultados positivos de una decisión con los posibles costos. Cuando nos enfrentamos a decisiones difíciles, en lugar de buscar costos y beneficios que puedan parecer elusivos o igualmente malos, pregunta "¿Cuál es lo peor que podría suceder?" para cada opción.

Este ejercicio no es particularmente optimista, pero puede ser catártico explorar los escenarios de peor caso de cada una de tus opciones incorrectas y descubrir que, incluso con resultados de peor caso igualmente malos, puede haber una opción menos mala.

Toma en cuenta el tratamiento de quimioterapia para el cáncer, donde se introducen en el torrente sanguíneo sustancias esencialmente venenosas para interrumpir el crecimiento de las células cancerosas. Las opciones de peor caso para la quimioterapia y dejar el cáncer sin tratar son igualmente malas, pero la quimioterapia presenta una mayor probabilidad de recuperación cuando se combina con una acción rápida.

Al preguntar "¿Cuál es lo peor que podría suceder?", puedes encontrar una decisión menos mala entre tus opciones igualmente malas; o, como en el tratamiento del cáncer, puedes descubrir que una mala decisión tiene una mayor probabilidad de tener un resultado mejor cuando se combina con el beneficio del tiempo. Esto puede ser un punto de ruptura en un ciclo de indecisión y proporcionar un camino a seguir.

Aunque elegir entre opciones incorrectas es desagradable, es una capacidad fundamental para los líderes fuertes. En tiempos difíciles, tus equipos buscarán tu orientación, y si te acercas a un conjunto de opciones incorrectas con gracia y utilizando las dos herramientas mencionadas anteriormente, podrás orientar a tus equipos hacia la opción menos mala.

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