La hipótesis de la simulación: vivimos en una realidad digital

La hipótesis de la simulación es la idea de que la realidad es una simulación digital. Los avances tecnológicos producirán inevitablemente una superinteligencia artificial automatizada que, a su vez, creará simulaciones para comprender mejor el universo. Esto abre la puerta a la idea de que la superinteligencia ya existe y ha creado simulaciones ocupadas por los humanos. A primera vista, la noción de que la realidad es una simulación pura parece absurda, pero la hipótesis surge de décadas de investigación científica y es tomada en serio por académicos, científicos y emprendedores como Stephen Hawking y Elon Musk.

Resumen ejecutivo

• Qué es: A menudo etiquetada incorrectamente como "teoría de la simulación" (una hipótesis es una explicación sugerida, mientras que una teoría es un modelo científicamente comprobado), la hipótesis de la simulación avanza la idea de que las simulaciones y modelos realistas del universo serán el producto inevitable de la evolución tecnológica perpetua.
• Por qué es importante: El avance hacia la superinteligencia artificial y las simulaciones creará tecnologías automatizadas que cambiarán y perturbarán fundamentalmente la economía global. Además, una "explosión de inteligencia" descontrolada podría resultar en tecnologías incontrolables que representen una amenaza existencial comparable a la aniquilación nuclear.
• A quién afecta: A corto plazo, se prevén interrupciones y cambios rápidos impulsados por el aprendizaje automático y el big data en todas las industrias que dependen en gran medida de algoritmos automatizados, como el sector de servicios financieros.
• Cuándo está sucediendo: Ahora. Si bien las ideas sobre la realidad simulada han estado ligadas a la cultura humana durante al menos 4,000 años, Alan Turing propuso máquinas con inteligencia equivalente a la humana en 1950. Las ideas que Turing desarrolló durante la Segunda Guerra Mundial allanaron el camino para la informática moderna.
• Cómo acceder a realidades simuladas: Aunque la emulación completa del cerebro y las simulaciones realistas pueden estar potencialmente a décadas de distancia, desde los sistemas de publicidad hasta los videojuegos y el mercado de valores, la investigación de inteligencia artificial ha producido y seguirá produciendo docenas de herramientas automatizadas utilizadas por miles de empresas y millones de consumidores a diario.

¿Qué es la hipótesis de la simulación?

La hipótesis de la simulación plantea la idea de que las simulaciones podrían ser el resultado inevitable de la evolución tecnológica. Aunque las ideas sobre la realidad simulada no son nuevas, la hipótesis contemporánea surge de la investigación realizada por Nick Bostrom, profesor de filosofía de la Universidad de Oxford.

En 2003, Bostrom presentó un documento que proponía un trilema, una elección entre tres opciones desafiantes, relacionadas con el potencial de una futura superinteligencia para desarrollar simulaciones. Bostrom argumenta que esta probabilidad no es cero, lo que significa que las posibilidades de una realidad simulada son astronómicamente pequeñas, pero dado que el porcentaje de probabilidad no es cero, debemos considerar posibilidades racionales que incluyan una realidad simulada. Bostrom no propone que los humanos ocupen una simulación. En cambio, argumenta que una gran capacidad computacional desarrollada por una superinteligencia posthumana probablemente desarrollará simulaciones para comprender mejor la naturaleza de la realidad.

En su libro "Superinteligencia", utilizando un lenguaje antropomórfico, Bostrom argumenta que las probabilidades de que una población con características humanas avance hacia una superinteligencia son "muy cercanas a cero", o (con énfasis en la palabra "o") las probabilidades de que una superinteligencia desee crear simulaciones también son "muy cercanas a cero", o las probabilidades de que personas con experiencias humanas vivan en una simulación son "muy cercanas a uno". Concluye argumentando que si la afirmación "muy cercana a uno" es la respuesta correcta y la mayoría de las personas viven en simulaciones, entonces es probable que nosotros también existamos en una simulación.

La hipótesis de la simulación tiene muchos críticos, especialmente aquellos en comunidades académicas que cuestionan el uso excesivo de razonamiento antropomórfico y detractores científicos que señalan que las simulaciones no necesitan ser conscientes para ser estudiadas por una superinteligencia futura. Pero a medida que la inteligencia artificial y el aprendizaje automático emergen como tendencias empresariales y culturales poderosas, muchas de las ideas de Bostrom se están volviendo populares.

Por qué es importante la hipótesis de la simulación

Es natural preguntarse si la hipótesis de la simulación tiene aplicaciones prácticas en el mundo real o si es una consideración divertida pero puramente abstracta. Desde el punto de vista empresarial y cultural, la respuesta es inequívoca: no importa si vivimos en una simulación o no. El ritmo acelerado de la tecnología automatizada tendrá un impacto significativo en los negocios, la política y la cultura en un futuro cercano.

Descifrando las diferencias: IA

La hipótesis de la simulación está intrínsecamente vinculada a la evolución tecnológica y al desarrollo de la superinteligencia. Si bien la superinteligencia sigue siendo especulativa, las inversiones en inteligencia artificial estrecha y generalizada son significativas. Tomando la carrera espacial como analogía, los avances en inteligencia artificial crean innovaciones tecnológicas que construyen, destruyen y mejoran la industria. IBM está apostando fuertemente por Watson y anticipa un mercado de productos cognitivos en rápida expansión de $2 billones. Los expertos en ciberseguridad están invirtiendo mucho en inteligencia artificial y automatización para combatir el malware y los hackers. En una entrevista de 2016 con Newsmatic, Atefeh Riazi, la diplomática tecnológica principal de las Naciones Unidas, anticipó que el impacto económico de la inteligencia artificial será profundo y se refirió a la tecnología como "la innovación final de la humanidad".

A quién afecta la hipótesis de la simulación

Aunque es desaconsejable hacer pronósticos a largo plazo sobre el impacto de la tecnología automatizada, a corto plazo, los avances en aprendizaje automático, automatización e inteligencia artificial representan un cambio de paradigma similar al desarrollo de Internet o el teléfono móvil moderno. En otras palabras, la economía posterior a la automatización será dramáticamente diferente. La inteligencia artificial afectará fuertemente a las industrias manufactureras, y la distribución logística dependerá en gran medida de vehículos autónomos, como automóviles, barcos, drones y aviones, y los trabajos en servicios financieros que requieren reconocimiento de patrones desaparecerán.

Por otro lado, la automatización podría crear una demanda de habilidades inherentemente interpersonales, como recursos humanos, ventas, trabajo manual, venta minorista y trabajos creativos. "Las tecnologías digitales son en muchos aspectos complementarias, no sustitutos, de la creatividad", dijo Erik Brynjolfsson, en una entrevista con Newsmatic. "Si alguien crea una nueva canción, un video o un software, no hay mejor momento en la historia para ser una persona creativa que quiere llegar no solo a cientos o miles, sino a millones y miles de millones de clientes potenciales".

Cuándo está sucediendo la hipótesis de la simulación

La edad de oro de la inteligencia artificial comenzó en 1956 en la institución de investigación de Ivy League, Dartmouth College, con la ahora infame declaración: "Todos los aspectos del aprendizaje o cualquier otra característica de la inteligencia se pueden describir de manera tan precisa que se pueda crear una máquina que lo simule". La conferencia estableció la inteligencia artificial y los protocolos computacionales que definieron a una generación de investigadores. La conferencia fue precedida e inspirada por los desarrollos en Manchester College en 1951 que produjeron un programa que podía jugar a las damas y otro programa que podía jugar al ajedrez.

Aunque los entusiasmados investigadores anticipaban la rápida aparición de una inteligencia artificial a nivel humano, programar la inteligencia resultó ser un desafío complicado. Para mediados de la década de 1970, el campo entró en el llamado "primer invierno de la inteligencia artificial". La era se caracterizó por el desarrollo de teorías sólidas limitadas por una potencia informática insuficiente.

La primavera sigue al invierno, y en la década de 1980, la tecnología de inteligencia artificial y automatización creció gracias al avance del hardware y al auge de los mercados de tecnología para consumidores. A finales de siglo, se desarrolló el procesamiento paralelo, la capacidad de realizar múltiples cálculos al mismo tiempo. En 1997, Deep Blue de IBM derrotó al jugador humano de ajedrez Gary Kasparov. El año pasado, DeepMind de Google derrotó a un humano en Go, y este año la misma tecnología venció fácilmente a cuatro de los mejores jugadores humanos de póquer.

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Impulsado y financiado por instituciones de investigación y académicas, gobiernos y el sector privado, estos hitos indican un mercado de automatización y aprendizaje automático en rápida aceleración. Grandes industrias como servicios financieros, salud, deportes, viajes y transporte están profundamente invertidas en inteligencia artificial. Facebook, Google y Amazon están utilizando la innovación en inteligencia artificial para aplicaciones de consumo, y varias empresas compiten por construir y desplegar una inteligencia general artificial.

Algunos pronosticadores de inteligencia artificial como Ray Kurzweil predicen un futuro en el que el cerebro humano estará conectado alegremente a la nube. Otros investigadores de inteligencia artificial no son tan optimistas. Bostrom y sus colegas, en particular, advierten que crear una inteligencia artificial general podría representar una amenaza existencial.

Entre los muchos peligros aterradores de la superinteligencia, que van desde robots asesinos descontrolados hasta el colapso económico, la amenaza principal de la inteligencia artificial es la combinación del antropomorfismo con la desalineación de los objetivos de la inteligencia artificial. Es decir, es probable que los humanos atribuyan características humanas a las máquinas inteligentes, como la empatía. Sin embargo, una máquina inteligente podría estar programada para priorizar el logro de objetivos sobre las necesidades humanas. En un aterrador escenario conocido como convergencia instrumental, o el "maximizador de clips de papel", una inteligencia artificial superinteligente y estrechamente enfocada, diseñada para producir clips de papel, convertiría a los humanos en sustancia gris en busca de recursos.

Cómo acceder a realidades simuladas

Puede ser imposible probar o experimentar la hipótesis de la simulación, pero es fácil aprender más sobre ella. Newsmatic enumeró los mejores libros sobre inteligencia artificial, que incluyen la obra esencial de Bostrom "Superinteligencia", "La singularidad está cerca: cuando los humanos trascienden la biología" de Kurzweil y "Nuestra última invención: inteligencia artificial y el fin de la era humana" de James Barrat.

Asegúrese de leer las guías de personas inteligentes de Newsmatic sobre aprendizaje automático, DeepMind de Google y Watson de IBM. Tech Pro Research proporciona un glosario rápido sobre inteligencia artificial e investigaciones sobre cómo las empresas utilizan el aprendizaje automático y el big data.

Por último, para divertirse con simulaciones prácticas, obtenga una copia de Cities: Skylines, Sim City, Elite: Dangerous o Planet Coaster en la plataforma de juegos Steam. Estos entornos a pequeña escala le permitirán experimentar con la inteligencia artificial del juego mientras construye su propia realidad simulada.

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