10 formas en que la tecnología está cambiando nuestra forma de encontrar

La población mundial está creciendo y se espera que alcance los 9 mil millones de habitantes en el futuro cercano. A medida que nuestras comunidades se vuelven más interconectadas, surge un tema global cada vez más importante: la seguridad alimentaria. Afortunadamente, la tecnología nos permite rastrear, analizar y comprender el funcionamiento de nuestro sistema alimentario, ayudando a reducir el desperdicio de alimentos y las emisiones de carbono, y en última instancia, alimentar a los 842 millones de personas que actualmente no tienen suficiente para comer.

Y las startups de alimentos están dejando a todos con la boca hecha agua. Según una investigación de CB Insights, la financiación de capital de riesgo para las empresas de entrega de alimentos alcanzó cifras récord en el primer trimestre de 2014, superando los $200 millones. Pero utilizar teléfonos inteligentes para pedir comida tailandesa a las 11:00 p.m. es solo la punta del iceberg. Aquí hay 10 formas en que la tecnología está cambiando nuestra forma de alimentarnos, desde la manera en que encontramos y consumimos los alimentos, hasta cómo nos deshacemos de ellos.

1. Organismos genéticamente modificados (OGM)

La biotecnología utilizada para crear organismos genéticamente modificados (OGM) es fundamental en la tecnología alimentaria y también es notoria. Un OGM es un organismo que ha sido modificado genéticamente para tener ciertas características, como resistencia a herbicidas, resistencia a plagas y mayor valor nutricional. En 1994, el primer tomate modificado, el Flavr Savr, fue aprobado por la FDA y puesto en el mercado. Rápidamente llevó al desarrollo de otras semillas, y para 1999, cien millones de acres estaban siendo cultivados con cultivos genéticamente modificados.

En 1997, solo tres años después de que los primeros alimentos genéticamente modificados llegaran a los estantes de los supermercados, Europa hizo obligatoria la etiquetación de los OGM, pero Estados Unidos aún no ha establecido una regulación a nivel federal. Actualmente, hay cultivos en desarrollo que están siendo modificados genéticamente para crecer en hábitats diferentes a los suyos nativos, con el objetivo de aumentar la productividad y alimentar a más personas. Ejemplos de esto incluyen trigo, arroz y otros cereales. También es común la modificación genética de peces, aves de corral y ganado para aumentar la cantidad de carne al acelerar el crecimiento del animal o agregar proteínas u otros nutrientes a la carne.

2. Agricultura de precisión

La agricultura de precisión, también conocida como agricultura satelital, se refiere al uso de sistemas de seguimiento por GPS e imágenes de satélite para monitorear los rendimientos de los cultivos, los niveles de suelo y los patrones climáticos con el objetivo de aumentar la eficiencia en la explotación agrícola. Esta tecnología es cada vez más importante a medida que la necesidad de alimentar a 9 mil millones de personas para el año 2050 se hace más evidente. La tecnología fue adoptada a principios de la década de 1990 y comenzó con monitores de rendimiento de cultivos. Ahora, existen herramientas como software de análisis del clima y kits de pruebas de suelo para monitorear los niveles de nitrógeno y fósforo.

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Utilizando estos sistemas de tecnología de precisión, los agricultores pueden identificar la ubicación exacta de un campo para determinar su productividad. Antes, todo el campo se trataba como una unidad, pero ahora los agricultores pueden determinar qué áreas son más adecuadas para qué cultivos, evitando así el desperdicio de semillas, fertilizantes y pesticidas. También es importante desde el punto de vista ambiental, ya que los agricultores pueden adoptar prácticas más sostenibles y reducir el consumo de recursos como el agua en el cultivo de sus campos.

3. Drones

Las granjas suelen abarcar grandes extensiones de terreno, por lo que los agricultores necesitan ayuda para monitorear la productividad de sus tierras. Los drones están emergiendo como una alternativa popular a los trabajadores adicionales o los satélites, y la tecnología avanzada está haciendo que los drones sean más productivos. Con los drones, los agricultores pueden identificar con precisión las áreas donde hay plantas enfermas o dañadas, liberar de manera más precisa fertilizantes y pesticidas, o tomar fotografías e obtener información inmediata sobre una determinada zona de la finca.

Un informe publicado en marzo por la Asociación de Sistemas de Vehículos no Tripulados (Association for Unmanned Vehicle Systems International) dijo que los drones podrían crear 70,000 empleos una vez que la Administración Federal de Aviación apruebe su uso comercial. Sin embargo, en la industria agrícola, los drones podrían reemplazar más empleos de los que crean.

4. Internet de las Cosas

Los sensores son (y seguirán siendo) muy importantes para la tecnología alimentaria. El Internet de las Cosas ya ha llegado a la agricultura en forma de tecnologías de riego y monitoreo de rendimiento de cultivos. Un sistema llamado WaterBee recolecta datos sobre el contenido del suelo y otros factores ambientales utilizando sensores inalámbricos para reducir el desperdicio de agua.

Los sensores en los silos de granos permiten a los agricultores monitorear la temperatura y los niveles de humedad de forma remota. John Deere agregó sensores a algunos de sus equipos para monitorear la humedad del suelo o el rendimiento y así ajustar la velocidad o evitar la superposición de fertilizantes o semillas. Otro ejemplo del uso del Internet de las Cosas en las granjas es Z-Trap, un dispositivo utilizado para monitorear insectos y analizar datos sobre los cultivos de forma remota utilizando coordenadas GPS y sensores inalámbricos. La estación base se enfoca en especies de insectos destructivos específicas, pero la herramienta cuenta con su propia red de comunicación entre todas las trampas en un campo determinado y carga los datos a la nube.

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5. Seguimiento y reducción del desperdicio de alimentos

Sabemos que el 40% de los alimentos de Estados Unidos se desperdicia cada año. Con la ayuda de las redes sociales y las nuevas tecnologías, es posible reducir drásticamente esta cifra. Se están logrando avances a través de aplicaciones y plataformas web para aprovechar al máximo los alimentos. Leloca es una aplicación que ayuda a los restaurantes a minimizar el desperdicio al permitir que las personas obtengan descuentos en alimentos (generalmente entre el 30% y el 50% de descuento) en restaurantes cercanos en un plazo de 45 minutos desde la publicación del descuento. Otra aplicación, 222 Million Tons, proporciona una lista de compras sugerida según el tamaño del hogar seleccionado por el usuario y sus preferencias alimentarias. Una plataforma particularmente innovadora llamada LeftoverSwap conecta a personas con comida sobrante con otras personas de su área que desean comprar comida barata y recogerla; ofrecen desde pizza hasta productos frescos.

6. Hackathons sobre alimentación

Los hackathons centrados en la alimentación están surgiendo en todo el mundo con el objetivo de mejorar la industria alimentaria. Es un movimiento que cada vez gana más fuerza. Food+Tech Connect organizó el primer hackathon de alimentos y sigue celebrándolos anualmente, incluso abordando temas relacionados con la ley agraria y las industrias de carne y restaurantes. El Futuro del Hackathon y el Foro de Alimentos reúne a los principales innovadores en el campo de la alimentación, chefs, emprendedores y diseñadores para crear soluciones para el futuro de los alimentos. La Fundación Internacional para el Avance Rural y Farm Hack, una comunidad de código abierto para proyectos agrícolas que enumera los hackathons e innovaciones locales, han lanzado una campaña colaborativa en Kickstarter llamada Growing Innovation, una comunidad en línea para compartir innovaciones agrícolas y mapas de granjas sostenibles.

7. Impresión 3D

La idea de imprimir alimentos en 3D no es exactamente tentadora, pero esta tecnología tiene el potencial de interrumpir la industria alimentaria en algún nivel. En este momento, los alimentos impresos en 3D que más se habla son los dulces impresos por 3D Systems, que están hechos de azúcar pura con el ChefJet, pero esta empresa líder en la industria de impresoras 3D se ha asociado recientemente con Hershey's para imprimir chocolate. Startups como Modern Meadow están intentando salvar a las vacas y ayudar a reducir las emisiones de carbono al crear carne sin carne. La NASA utilizó una impresora 3D para hacer una pizza, un avance para las comidas de los astronautas en el espacio. El Foodini es una impresora 3D diseñada para la cocina del hogar. El usuario prepara los ingredientes con un procesador de alimentos o licuadora, y la impresora 3D puede imprimir formas a partir de la mezcla. Está diseñado para facilitar el proceso que consume tiempo de hacer las cosas a mano. El Foodini ha creado artículos alimenticios como hamburguesas, pizza y postres.

8. Ubicación de las granjas

A medida que la disponibilidad de tierras agrícolas disminuye, debemos encontrar lugares innovadores para cultivar alimentos. La última tendencia es el cultivo subterráneo. En Londres, se construyó una granja hidropónica en túneles subterráneos abandonados que solían ser refugios antiaéreos, para que los restaurantes y las tiendas locales puedan tener productos frescos y hierbas. La tecnología hidropónica está ganando popularidad porque permite el cultivo sin suelo utilizando una solución de agua rica en nutrientes. Philips está trabajando en la creación de bombillas LED especiales que producen longitudes de onda específicas para cultivar plantas adecuadamente en interiores en Green Sense Farms en Chicago, un espacio de cultivo de un millón de pies cúbicos. Como las bombillas LED no generan calor, pueden colocarse más cerca de las plantas y pueden producir luces particulares para diferentes especies de cultivos.

9. Acceso a recetas

AllRecipes lleva muchos años en funcionamiento y la plataforma es extraordinariamente popular. En 2012, en su 15º aniversario, el sitio llevó a cabo una encuesta en la que les preguntaba a los usuarios sobre cómo utilizan sus servicios de recetas. Por supuesto, la encuesta reveló que nuestros teléfonos inteligentes y tabletas están cambiando la forma en que preparamos y cocinamos los alimentos. Más de un tercio de los encuestados dijeron que utilizan sus teléfonos para buscar recetas y técnicas de cocina, según la encuesta.

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Los sitios web de recetas han superado con creces a los libros de cocina y las revistas de recetas en términos de uso. Desde dietas sin gluten hasta veganas y paleo, podemos encontrar guías para casi cualquier tipo de dieta o estilo de vida en Internet hoy en día. Con blogs, Pinterest, cuentas de Twitter centradas en la comida y grupos de Facebook, compartir recetas entre fronteras nunca ha sido tan fácil. Y con sitios de video como YouTube, podemos aprender cómo cortar una alcachofa en solo cuatro minutos.

10. Promoción de alimentos locales

El movimiento del campo a la mesa está en auge. La gente quiere saber de dónde provienen sus alimentos, y a medida que la agricultura industrial, los OGM, las hormonas y las emisiones de carbono se vuelven una preocupación creciente, es cada vez más importante conocer el ciclo de vida de los alimentos. Sitios web como Farmigo ofrecen un lugar donde las personas pueden encontrar productos cosechados localmente por agricultores en su región, creando una comunidad de mercado de agricultores en línea, por así decirlo. Farm to Table es un servicio web que distribuye productos agrícolas cultivados localmente, carne de ganado alimentado con pasto y pollos criados en libertad a restaurantes, tiendas de comestibles independientes y cafeterías. Se incluyen perfiles de los agricultores y las granjas que trabajan, así como descripciones detalladas de los alimentos disponibles para la compra. La empresa tiene su sede en Austin, Texas, pero servicios como estos se están expandiendo por todo el país.

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