La discapacidad como fenómeno social

La discapacidad como fenómeno social

Autores: Dr. C. Xiomara Sánchez Batista

              MSc. Tania Zamora Reytor

              MSc. Rosa María Cepero Álvarez. Profesor Auxiliar.

Filial Pedagógica Campechuela. UCP “Blas Roca Calderío” Granma, Cuba.

Resumen

El presente artículo aborda la problemática de la atención a niños y personas con algún tipo de discapacidad y/o necesidad educativa especial. Su objetivo general es revelar las estrategias desarrolladas por Cuba para lograr la integración escolar y social de los mismos.

Palabras claves: Discapacidad, Enseñanza Especial, Necesidades Educativas Especiales.

Cuando nos decidimos a tomar el lápiz para escribir este artículo, apareció en nuestra mente una reflexión del Héroe Nacional José Martí “... “¡Bendita sean las manos que rectifican estas equivocaciones, y endulzan estos errores sombríos de la ciega  madre creación!” Significativas y veraces palabras. Meditamos un tiempo y valoramos, que el Siglo XX marcó una pauta en la intensificación de los diversos estudios e investigaciones nacionales e internacionales, que favorecieron el crecimiento de la conciencia del individuo en torno a la educación y atención a niños y personas con necesidades educativas especiales. Para confirmar esto no hay más que reflexionar sobre las distintas formas de intercambio científico que se realizan a diario en todo el mundo a través de congresos, conferencias y toda clase de eventos. Citemos por ejemplo:

  • Programa de Acción Mundial para los impedidos (1981.)
  • Decenio de las Naciones Unidas para las personas con discapacidad (1983 – 1992.)
  • Convención de las Naciones Unidas sobre los derechos del niño (1989.)
  • Cumbre Mundial en favor de la infancia (1990.)
  • Conferencia Mundial de Educación para todos (1990.)
  • Resolución de las Naciones Unidas (47/3 en octubre de 1992), donde se proclama el día 3 de diciembre de cada año como Día Internacional de las personas discapacitadas.
  • Proclamación por la Asamblea General de las Naciones Unidas, de 1994 como Año Internacional de la Familia.
  • Conferencia Mundial sobre Necesidades Educativas Especiales (1994) celebrada en Salamanca, España, en colaboración con la UNESCO.
  • Conferencia Científica Internacional de Educación Especial y Preescolar (a partir del 2000, cada 2 años) en Cuba.

Como se puede apreciar, durante muchos años se ha tratado de dar un viraje radical al Proyecto Educativo de América Latina y el Caribe, en aras de brindar una atención prioritaria a las personas con algún tipo de discapacidad y/o Necesidad Educativa Especial, con el objetivo de incorporarlas a la vida social y laboral. Sólo que en algunos países carentes de un sistema de salud y educación, con graves problemas económicos, esta tarea no alcanza un nivel de aplicación y solución en la práctica pedagógica y social.

Cuba, aunque no ha estado aislada de los problemas económicos, logró situar a la educación como la primera herramienta de trabajo en pos del mejoramiento y el desarrollo social del ser humano, y ubica a la Enseñanza Especial como un eslabón necesario dentro del sector la cual brinda la posibilidad a cada individuo de integrarse a la sociedad con iguales derechos a la salud, al trabajo y a la vida, sean discapacitados o no.

En la Enseñanza Especial se ha tratado de utilizar términos asequibles a nuestro sistema pedagógico ejemplo de ello lo constituye la expresión Necesidades Educativas Especiales, que fue empleada por primera vez en la ciudad de Warnock, Inglaterra en el año 1978, al realizarse un estudio sobre la educación especial en ese país, pero no fue hasta 1994 que se oficializó en un marco legal e internacional, en Salamanca, España, cuando se celebró la Cumbre de los niños con Necesidades Educativas Especiales. Esta terminología es menos agresiva que otras tradicionalmente empleadas y que afortunadamente han pasado a la historia como limitáneos, fronterizos, anormales, etcétera. Y lo más importante es que centra su atención en el individuo y en la necesidad educativa que presenta, provocada no sólo por sus limitaciones personales, sino también por las dificultades en la interrelación de éste con el medio y de sí la respuesta educativa que recibe es adecuada o no.

Se trabaja en la creación de escuelas integradoras, abiertas a la diversidad, (que para la UNESCO constituye una línea prioritaria de trabajo en su Programa de Educación Especial), pero no con la concepción de superar la existencia de dos sistemas (especial y regular), donde la escuela especial se inserte a la enseñanza regular porque a pesar de que no negamos, ni cuestionamos este tipo de integración, sabemos que es un proceso a largo plazo, que requiere de una mayor preparación. Somos del criterio que de que una atención adecuada a la diversidad de necesidades o discapacidades de los niños requiere de diferentes modalidades de escolaridad y de la utilización de recursos educativos diversos.

Es cierto que algunos niños pueden cursar el currículo ordinario con el apoyo de materiales, o de un personal preparado, como es el caso de una hipoacusia leve, un estrabismo, etcétera, pero otros no. Las escuelas especiales de nuestro país son ante todo similares en cuanto a su construcción y empleo, al resto de las del Sistema Nacional de Educación (preescolar, primaria), pero con un grupo de condiciones organizativas, de preparación del personal especializado, de equipamiento técnico que le permiten brindar a los alumnos la atención que requieren pero no se concibe como unidad paralela a la educación regular, porque de hecho perdería su objetivo. ¿Qué tratamos de establecer? Diferentes modalidades de integración como es el caso de integración completa de un alumno de la escuela especial al aula regular, la integración en algunas asignaturas (Educación Plástica, Educación Musical, Educación Física), adecuación del horario docente para que participen en actividades de ambas enseñanzas como son: culturales, deportivas, recreativas esto nos ha permitido alcanzar notables índices de integración social y numerosa variantes de integración escolar.

Se trabaja en la elaboración de currículos flexibles, que se adapten tanto a niños con capacidades o necesidades diferentes, por lo que se realizan ajustes y adaptaciones precisas que proporcionen la ayuda técnica necesaria para favorecer la comunicación oral y al aprendizaje, y se le da una mayor participación a los padres para que colaboren en la formación de sus hijos.

Durante todos estos años el Ministerio de Educación, ha trabajado en estrecha colaboración con el Ministerio de Salud, el Comité Estatal del Trabajo y Seguridad Social y con las Asociaciones de Impedidos (Asociación Nacional del Ciego, Asociación Nacional de Sordos de Cuba y Asociación cubana de Limitados Físicos – motores) de conjunto con todo el pueblo y con el respaldo de organismos e instituciones estatales, en la organización de los servicios a la Educación Especial con acceso y gratuidad para todos por igual. Además se dedican considerables esfuerzos al seguimiento de lactantes de alto riesgo, mediante los equipos multidisciplinarios de Neonatología y Pediatría, la labor de los especialistas de edad temprana de los Centros de Diagnóstico y Orientación y del Centro de Referencia Latinoamericano para la

Educación Especial (CELAEE).

No pretendemos con esta apretada síntesis ofrecer  una imagen ideal del sistema educativo cubano, pues como toda obra humana tiene imperfecciones, y por eso en la actualidad trabajamos en pos de su mejoramiento. Luchamos contra las tendencias segregacionistas, ya que consideramos que los deficientes físicos y/o mentales son primero seres humanos y después discapacitados, con derecho a vivir y a ser útiles a la sociedad.

Los exhortamos a realizar extraordinarios esfuerzos en todos los sentidos y a buscar alternativas que permitan en este siglo XXI una mayor integración de los discapacitados a la vida social no son los muros de la escuela especial, los que segregan a estas personas de las demás, pues a veces, las barreras más difíciles de romper son las actitudes humanas. ¿Cómo lograrlo? ¿Qué práctica educativa seguir? ¿Qué métodos pedagógicos emplear? Son interrogantes que aún no han sido totalmente respondidas y que podemos encontrarlas a la vuelta de la esquina. Tenemos claros nuestros principios de igualdad, integración, flexibilidad, atención a la diversidad, y mucho camino por andar en la práctica pedagógica y social. ¡Sígannos! Adecuen nuestras soluciones a sus necesidades y tomen para aplicarlas los recursos propios del medio donde viven. Ya verán que los obstáculos que encuentren no  son tan  estrictos, ni tan inquebrantables.

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